Otra jornada más de LaLiga y otro capítulo de frustración para James Rodríguez en su accidentado paso por Rayo Vallecano. El colombiano llegó a Madrid con la esperanza de recuperar el nivel que mostró en sus mejores años en Real Madrid, pero la realidad de su temporada está siendo completamente diferente. Con cada partido que pasa, se acentúa la sensación de que la historia de James en el club vallecano se convierte, más que en una oportunidad de resurgir, en un viacrucis lleno de desencuentros.
¿Por qué no juega James en Rayo Vallecano?
La ausencia de James Rodríguez en los planes de Íñigo Pérez ha dejado en evidencia que no se trata de una cuestión de lesiones, ni de un exceso de compromisos internacionales que justifiquen su descanso. Al contrario, los números sugieren que su situación no obedece a una rotación prudente, sino a una decisión táctica del entrenador. El colombiano ha jugado solo 143 minutos en seis partidos, distribuidos en pocos tramos, con apenas una titularidad. Sin goles ni asistencias, su presencia en el campo parece más un favor de cara a la galería que una verdadera necesidad futbolística.
La realidad es que Rayo Vallecano, a pesar de los esfuerzos del colombiano, no parece saber cómo aprovechar su talento. Con una precisión de pase del 85%, James sigue siendo preciso con el balón, pero la falta de interacción y protagonismo en el juego colectivo lo convierte en una pieza que no tiene incidencia real en el marcador ni en el desarrollo del partido. La escasa efectividad de su equipo para capitalizar sus pases clave, junto con la fragilidad defensiva del Rayo, ha sido una de las causas de su mal arranque de temporada, con el equipo ocupando la 13ª posición de LaLiga.
El peor inicio de temporada en años para James Rodríguez
James Rodríguez está viviendo uno de sus peores inicios de temporada en los últimos años. En sus anteriores clubes, Al-Rayyan (Catar), São Paulo (Brasil) y Olympiacos (Grecia), tuvo minutos de juego, goles y asistencias. En cambio, en Rayo Vallecano su situación es alarmantemente distinta: con solo 143 minutos jugados en seis partidos, no ha marcado goles, ni ha dado asistencias, y su aporte se limita a una estadística mediocre de 2 pases clave y 1,3 recuperaciones por partido. La crítica hacia el entrenador Íñigo Pérez es que, pese a los escasos resultados, sigue ignorando a un jugador con tanta capacidad técnica.
El contraste es evidente. En Al-Rayyan, James jugó 9 partidos, con 3 goles y 4 asistencias. En São Paulo, fueron 10 partidos, con 1 gol y 2 asistencias. Y en Olympiacos, jugó 13 partidos, con 3 goles y 4 asistencias, aunque en todos estos clubes enfrentó problemas físicos que retrasaron su adaptación y recuperación. Sin embargo, en Rayo Vallecano, a pesar de estar disponible, James sigue relegado a la banca y no tiene espacio en los planes del técnico, lo que genera más dudas sobre su futuro en el club.
La presión sobre Íñigo Pérez y la necesidad de dar confianza a James
El dilema que enfrenta Íñigo Pérez es cada vez más complejo. El entrenador de Rayo Vallecano sabe que la permanencia en LaLiga es su único objetivo a corto plazo, y las decisiones tácticas que tome en cuanto al uso de sus jugadores podrían marcar la diferencia. Sin embargo, la constante omisión de James Rodríguez en el once titular podría empezar a generar una presión innecesaria sobre el técnico, ya que, a pesar de su modelo de juego, la calidad de James es indiscutible.
El consejo para Pérez es claro: no temer a perder a James, sino comprender que, siempre que esté disponible, su calidad es un recurso que no debe desaprovecharse. Ignorar a un jugador con su talento solo puede terminar minando su motivación y convirtiéndolo en un problema mayor. Tal vez, un poco de confianza y minutos en el campo sea todo lo que James necesite para recuperar su mejor nivel. Un ejemplo de ello es su desempeño con la Selección Colombia, donde siempre ha sabido manejar su esfuerzo y dosificar su recuperación. Si el técnico le brinda esa confianza, puede que James termine siendo la clave para la salvación de Rayo Vallecano en la temporada.
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