El esperado clásico de LaLiga entre el Real Madrid y el Barcelona terminó con una tensión desbordada en el césped del Santiago Bernabéu. Tras la justa victoria del equipo ‘merengue’ por 2-1, la atención se desvió del espectacular fútbol y el constante vértigo, para centrarse en un violento cruce de palabras y empujones que involucró a jugadores de ambos banquillos y a la estrella culé, Lamine Yamal.
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La victoria del Real Madrid fue merecida y contundente, a pesar de las habituales polémicas del VAR (siempre resueltas correctamente) y la expulsión de Pedri sobre la hora. Sin embargo, el recuerdo final no fue solo el espectáculo deportivo, sino el tenso desenlace provocado por la actitud del equipo blanco, que se sintió provocado desde la previa.
La previa caliente: Yamal desata la ira de Real Madrid
La mecha de la confrontación se encendió días antes del clásico con unas declaraciones de Lamine Yamal. El joven jugador del Barcelona se refirió a su eterno rival de manera provocadora en una conversación en la Kings League, al señalar: «roban y se quejan».
Estas palabras llegaron a oídos del vestuario ‘blanco’ y se convirtieron en un motivador extra. El Real Madrid no solo buscó anular a Yamal durante los 90 minutos de juego, sino que, una vez finalizado el encuentro, fue directamente a «cobrarle» sus comentarios, elevando la temperatura del encuentro a un punto crítico.
El detonante: expulsión de Pedri y la batalla de los banquillos
El ambiente se empezó a caldear con la falta cometida por Pedri sobre el final del partido, la cual le valió la segunda tarjeta amarilla y la expulsión. Inmediatamente después de la acción, un molesto Vinicius, que había sido sustituido, se dirigió con gestos al banquillo del Barcelona, lo que generó una respuesta instantánea por parte de los suplentes culés.
La situación escaló rápidamente, con figuras como Mbappé y Bellingham, entre otros suplentes ‘merengues’, uniéndose para apoyar a Vinicius. El intercambio de palabras e insultos entre ambos lados del campo puso en evidencia la intensa rivalidad y el desgaste emocional de un partido de esta magnitud.
El ‘Cobro’ final: La cacería a Lamine Yamal
El momento más álgido ocurrió con el pitazo final. El primero en ir directamente a increpar a Lamine Yamal fue su compañero en la Selección de España, Dani Carvajal. Poco después, Vinicius, conocido por involucrarse en confrontaciones, se sumó al reclamo, confirmando que Yamal era el objetivo principal de la frustración ‘merengue’.
El gesto de «hablas mucho» de varios jugadores del Real Madrid fue inequívoco. La situación se volvió tan tensa que se hizo evidente cómo un delegado del club tuvo que escoltar a Yamal fuera del campo, consciente de que era la persona a la que todos en el equipo ‘merengue’ buscaban. Incluso Raphinha, lesionado y desde el banquillo, se unió al cruce de insultos y empujones, cerrando un clásico lleno de chispas hasta en la despedida.
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