Tras la bomba periodística desde Paraguay, que aseguraba la salida inminente de Jorge Bava, el club bogotano emitió un comunicado oficial para calmar las aguas. En el texto, Independiente Santa Fe afirmó no tener conocimiento de un supuesto acuerdo entre su entrenador y el equipo Cerro Porteño, y reiteró que el técnico uruguayo tiene un contrato vigente hasta diciembre de 2025. Esta declaración, que busca proteger los intereses del club, subraya que cualquier negociación deberá pasar por el pago de la cláusula de rescisión estipulada.
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El comunicado, sin embargo, dejó un sabor agridulce en los seguidores cardenales. Aunque el club negó un acuerdo, no desmintió que la continuidad de Bava esté en el aire. La dirigencia del “León” puso un freno a las especulaciones al dejar claro que la única forma de que el técnico se vaya antes de tiempo es que se pague la millonaria cláusula. Esta postura firme envía un mensaje directo tanto a Bava como a cualquier club interesado en sus servicios.
La verdad detrás de las dudas
La situación contractual de Jorge Bava es más compleja de lo que parece. A pesar de haber llevado a Santa Fe a su décima estrella en la Liga Colombiana, el comunicado del club reveló que la renovación para la Copa Libertadores 2026 no está asegurada. La continuidad del técnico, según la directiva, dependerá de los resultados que obtenga el equipo en la segunda mitad de la temporada.
Esta condición ha generado sorpresa y descontento entre los aficionados, que no entienden cómo el título conseguido en la Liga Colombiana no es suficiente para garantizar la permanencia del estratega. La exigencia de nuevos logros deportivos para un técnico que recién se coronó campeón ha sembrado la semilla de la incertidumbre y ha puesto a Bava en una posición incómoda, donde cada partido se convierte en una prueba para asegurar su futuro en la capital.
El futuro de Bava y el proyecto de Santa Fe
La posible partida de Jorge Bava a Cerro Porteño no solo afectaría al técnico, sino que también pondría en riesgo el ambicioso proyecto deportivo que Santa Fe quiere construir. Tras la salida de Pablo Peirano y un primer semestre lleno de altibajos, el uruguayo logró estabilizar el equipo y guiarlo hacia la gloria. Su llegada significó un cambio en la mentalidad del grupo, y su trabajo en el banquillo fue clave para consolidar una nómina que, si bien se mostró combativa, tuvo dificultades en la primera fase del torneo.
La cláusula de rescisión se ha convertido en el principal obstáculo para que Cerro Porteño se lleve al entrenador, pero el comunicado de Santa Fe abre la puerta a una salida a final de temporada. Si los resultados no acompañan al equipo en los próximos meses, Bava podría marcharse en diciembre sin mayores complicaciones, dejando al club en una situación similar a la de inicio de año. Los próximos partidos serán cruciales para determinar si el técnico se queda o se va, y para definir si la afición cardenal deberá acostumbrarse a la idea de ver a su entrenador campeón en otro equipo.
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