La figura de Ousmane Dembélé ha sido fundamental en la destacada temporada del París Saint-Germain, pero el extremo francés encendió las alarmas al confirmarse una distensión en el tendón de la corva del muslo derecho. La noticia se conoció tras el partido de ida por la semifinal de la UEFA Champions League, generando incertidumbre entre los aficionados del club parisino.
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Minutos antes del encuentro frente al Estrasburgo por la Ligue 1, el técnico Luis Enrique confirmó la baja de su estrella para ese compromiso. A pesar de que el parte médico oficial indica una evolución positiva, el entrenador no quiso arriesgar al jugador y dejó claro que no estará presente en ese duelo, lo que aumenta las dudas de cara al compromiso europeo.
Luis Enrique y su enfoque: optimismo y confianza en el grupo
El técnico asturiano ha sabido manejar la presión durante toda la campaña y, como lo ha hecho en otras ocasiones, volvió a mostrar confianza en su plantilla. “Nada cambiará, haremos lo mismo que en toda la temporada”, afirmó Luis Enrique, dejando en claro que su enfoque no se altera pese a la posible ausencia de una de sus piezas clave. En su discurso destacó a figuras como Gianluigi Donnarumma y Bradley Barcola, quienes han mostrado un rendimiento sólido en los últimos compromisos.
La clasificación a la final de la Copa de Francia y el título asegurado en la Ligue 1 dan tranquilidad al cuerpo técnico, pero la verdadera prueba será el 7 de mayo, cuando el PSG reciba al Arsenal en el Parque de los Príncipes por la vuelta de las semifinales de la Champions League. La presencia de Dembélé sería un plus en el intento por llegar a una nueva final continental, pero si no llega, el equipo deberá mantener su carácter competitivo sin él.
Calendario apretado y presión por resultados
El cierre de temporada no da tregua. El PSG, ya coronado en la Ligue 1, tiene su mira puesta en la Champions League y en levantar la Copa de Francia, pero las lesiones podrían afectar sus planes. A falta de pocos días para el choque decisivo frente al Arsenal, la plantilla deberá demostrar por qué ha sido tan dominante este año en el fútbol francés.
Además, Luis Enrique ha intentado mantener la motivación alta en el grupo, asegurando que los partidos restantes son claves para llegar en ritmo a las finales. “El récord de imbatibilidad ya es nuestro, pero queremos más. Nuestro objetivo sigue siendo ganar cada partido”, dijo con firmeza. El reto será mantener ese impulso competitivo sin jugadores tan determinantes como Dembélé.
El camino hacia la gloria continental sigue siendo complejo para el París Saint-Germain, pero con su plantilla estelar y el liderazgo de Luis Enrique, nada está perdido aún.
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