Desde el primer minuto de juego, FC Barcelona mostró su superioridad sobre Benfica en el duelo de vuelta de los octavos de final de la Champions League. Apenas transcurrieron diez minutos cuando Raphinha, tras una jugada brillante con Yamal, inauguró el marcador con un remate cruzado que dejó sin opciones al arquero rival. Este gol sentenció casi de inmediato la serie, pues con el 2-0 global, el destino de la clasificación estaba prácticamente sellado.
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Benfica, por su parte, intentó reaccionar rápidamente, y a los 11 minutos Nicolás Otamendi, tras un error defensivo de Barcelona, aprovechó un centro aéreo para descontar con un gol de cabeza. Con esto, la serie se puso 2-1 en el global, pero rápidamente la superioridad del Barcelona se hizo notar una vez más, y la ventaja seguía siendo cómoda para el equipo de Xavi Hernández.
La magia de Yamal y el golpe definitivo
La respuesta de Barcelona no se hizo esperar, y fue nuevamente el joven Yamal quien, con su enorme talento, dejó claro que el equipo no iba a dejar que Benfica se acercara. A los 27 minutos, el atacante fue a la banda, recortó hacia el centro y, con gran calma, disparó un potente remate que superó al arquero Benfica, estableciendo el 3-1 en la global y asegurando la clasificación a cuartos de final.
Este gol de Yamal fue una joya que puso el marcador a favor de los catalanes, quienes continuaron dominando el juego con total comodidad. A pesar de que Benfica intentó generar algo de peligro, no pudo encontrar la manera de sorprender a un sólido Barcelona, que volvió a encontrarse con Raphinha, quien aumentó la ventaja al 42′ con un gol que también fue validado tras revisión del VAR, dejando claro que Barcelona tenía la última palabra en el duelo.
Con la clasificación en el bolsillo: Barcelona sin sobresaltos en la segunda mitad
El segundo tiempo fue meramente formal. Con la serie decidida, Barcelona mantuvo el control del balón, y aunque tuvo algunas llegadas peligrosas, no mostró la misma urgencia de otros encuentros. Frenkie de Jong estuvo cerca de ampliar la ventaja, pero su remate se fue desviado por pocos centímetros. Lewandowski, quien estuvo muy activo, también tuvo su oportunidad, pero no logró concretar.
En los minutos finales, Barcelona administró el tiempo y las llegadas, sin necesidad de apresurarse, con el claro objetivo de esperar al próximo reto en su camino hacia la Champions League. El equipo de Xavi Hernández ha demostrado ser uno de los más sólidos y siempre candidatos al título, dejando claro que están listos para lo que viene.
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